El alcalde de Piedras Negras, Jacobo Rodríguez, demostró una actitud complaciente y protectora hacia su prima, la comisaria María Dolores García García, al tiempo que mantiene una postura inflexible ante el despido de 120 trabajadores de obras públicas.
Jacobo Rodríguez negó que haya nepotismo en el nombramiento de su prima Maridol, diciendo que no tienen un lazo de sangre directo. Pero sí hay nepotismo por afinidad, ya que ella está casada con un primo de su padre, lo que la hace su prima.
La defensa férrea del alcalde de Piedras Negras hacia su prima contrasta drásticamente con su negativa a dialogar con los representantes de los empleados municipales que enfrentan despido. Mientras con María Dolores García García insiste en resolver el conflicto con diálogo y transparencia, en el caso de los trabajadores despedidos se ha cerrado a cualquier negociación.
Esta doble forma de actuar muestra como el alcalde ejerce el poder de forma discrecional, privilegiando a su círculo cercano mientras desatiende la situación laboral de más de un centenar de familias.
Jacobo Rodríguez busca justificar su apoyo a la comisaria alegando que no hay pruebas de irregularidades, aunque existen denuncias por ejercer atribuciones que no le corresponden. Mientras que se centra en cuidar el empleo de su prima, a costa de la probable destitución del consejo de Simas, los trabajadores despedidos de obras públicas siguen sin ser escuchados.