La señora Dulce Yasmín, vendedora ambulante, expresó su molestia luego de que autoridades municipales los exhibieran como personas que piden limosna. “No somos pedigüeños, somos vendedores ambulantes. Lo único que pedimos es que nos dejen trabajar”, afirmó.
Relató que desde hace siete semanas acudieron a tramitar los permisos correspondientes para poder vender en la vía pública, pero que han sido objeto de largas y evasivas por parte del municipio que nomás los traen “a vuelta y vuelta”.
Dulce se dedica a vender manzanas cubiertas, las cuales fueron decomisadas por las autoridades, afectando directamente el sustento de su familia. Indicó que trabaja acompañada de su bebé, a quien aún amamanta; y de su esposo, quien también vende chicharrones en la calle.
Denunció que incluso se les envió a personal de la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (Pronnif) por estar en la vía pública con su bebé, cuando lo único que hacen, asegura, es buscar el sustento de forma honesta.
“Nunca he pedido apoyos del gobierno, porque no estoy impuesta a pedir nada a nadie; nomás que nos dejen trabajar”, recalcó.
Dulce también recordó que, durante la campaña política, apoyaron a Jacobo Rodríguez, moviéndose en sus triciclos para hacer promoción. Sin embargo, el ahora alcalde no les brindó el apoyo prometido, “Nos mintió. A mucha gente la compró con vales, loterías y regalos, mientras nosotros hicimos campaña para él en los triciclos”.
Finalmente, manifestó su indignación ante declaraciones del secretario del ayuntamiento, quien expresó sentir lástima por ellos. “Más lástima dan ellos por andar de rateros, porque son unos rateros”, concluyó.