El presidente de Estados Unidos, Donald Trump firmó un decreto instruyendo a varias agencias federales a ceder jurisdicción de tierras públicas y federales a lo largo de la frontera con México a las Fuerzas Armadas, con el objetivo de fortalecer la presencia militar y facilitar la construcción del muro fronterizo.
El documento, dirigido al secretario del Interior Doug Burgum, la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem, el secretario de Defensa Pete Hegseth y la secretaria de Agricultura Brooke Rollins, otorgó al Departamento de Defensa autoridad para operar en zonas como la Reserva Roosevelt, una franja de tierra de 18 metros de ancho a lo largo de la línea fronteriza.
La medida, que excluye explícitamente las Reservas Indígenas Federales, permitiría a las fuerzas militares no solamente ocupar estos terrenos para infraestructura de defensa, sino también establecer zonas de “retención” para migrantes que crucen por dichas áreas. Aunque la Ley Posse Comitatus prohíbe a las Fuerzas Armadas participar en tareas de orden interno, la designación de estas zonas como propiedad militar podría abrir una vía para eludir dicha restricción.
El decreto también faculta al secretario de Defensa para determinar qué tierras serán utilizadas y qué actividades militares serán necesarias. Inicialmente, la implementación se llevará a cabo en un sector limitado, aunque el alcance puede ampliarse en cualquier momento a otras áreas federales en la frontera sur.
Esta directiva se enmarca en la declaración de emergencia nacional emitida por Trump en relación con la seguridad fronteriza, lo cual le permite ejercer mayores poderes ejecutivos en el uso del territorio y la movilización de recursos militares.