A inicio de semana, el alcalde Jacobo Rodríguez compartió en sus redes sociales un video en el que se le ve brindando apoyo a dos jóvenes en situación de adicción. Gracias a su intervención, la familia de uno de ellos logró localizarlo tras ocho meses sin tener noticias de él.
Sin embargo, la mañana de este miércoles, a través de otro mensaje en redes sociales, el alcalde anunció la aplicación de una política de “mano dura” contra los pedigüeños que se encuentran en las calles del municipio. En su mensaje no mencionó alternativas para atender a quienes se ven obligados a pedir ayuda en la vía pública.
Hasta ahora, no se han anunciado acciones concretas que garanticen la canalización de esta personas hacia instituciones como el DIF o albergues religiosos que ofrezcan apoyo. Tampoco se ha hablado de reabrir comedores comunitarios o facilitarles el acceso a programas sociales de los tres niveles de gobierno.
Tal como el alcalde gestionó el ingreso de los jóvenes adictos a un centro de rehabilitación, muchos de los llamados “pedigueños” podrían beneficiarse de un enfoque más humanitario y de inclusión social, que les brinde oportunidades reales para salir de su situación de vulnerabilidad.