El alcalde de Piedras Negras, Jacobo Rodríguez, respondió con un tajante “que me denuncien” al ser cuestionado por iniciar sus conferencias matutinas con la intervención de líderes religiosos, una práctica que pone en entredicho el respeto al principio del Estado laico.
La legislación mexicana garantiza la libertad religiosa, pero también establece límites claros para evitar que las creencias interfieran en asuntos políticos. Por ley, los actos oficiales no deben incluir símbolos o expresiones religiosas, y los ministros de culto tienen prohibido promover temas políticos en el ejercicio de su ministerio.
Al ser interrogado sobre esta práctica, el alcalde evitó dar una explicación directa y optó por justificar su proceder con evasivas: «No necesariamente tiene que ser un religioso, puede ser usted la que ore por la ciudad. La idea es encomendar el día a las manos de Dios”, respondió a la reportera.
Rodríguez también mencionó que invitó a la Diócesis local a participar, pero que ésta, por medio de un oficio, declinó asistir. A pesar de ello, reiteró su llamado a la ciudadanía para que participe en las conferencias orando.
El alcalde insiste en iniciar las conferencias matutinas con rezos, mostrando indiferencia a los límites legales sobre el uso de temas religiosos en espacios que deben ser laicos por mandato constitucional; y reiteró que “Al que no le parezca, me puede denunciar”.