Lo que debía ser una reunión de alto nivel en la Casa Blanca terminó en una fuerte confrontación verbal entre dos figuras poderosas: Elon Musk, jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), y Scott Bessent, secretario del Tesoro designado por Donald Trump.
Según testigos, el altercado fue tan intenso que temieron pasara a mayores. “Fue como ver un episodio de lucha libre, con dos multimillonarios a los gritos en el ala oeste”, relató una fuente.
La tensión comenzó en el Despacho Oval, en presencia del presidente Trump, y se desbordó en un salón privado. Todo giró en torno a un desacuerdo sobre quién debería liderar el IRS, la agencia tributaria de Estados Unidos.
Musk había recomendado a Gary Shapley, quien fue nombrado comisionado interino sin informar previamente a Bessent. Días después, el secretario del Tesoro revirtió la decisión y puso a su propio candidato, Michael Faulkender, lo que encendió la mecha.
Durante la discusión, Bessent acusó a Musk de no cumplir con los recortes presupuestarios prometidos, mientras Musk lo señaló de haber manejado un “fondo de cobertura fallido”. La situación escaló con gritos como “¡A la mierda!” de parte de Bessent y un provocador “¡Dilo más fuerte!” de Musk.
La pelea fue tan ruidosa que incluso llegó a oídos de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que ese mismo día estaba de visita en la Casa Blanca.
Al día siguiente, se confirmó que Faulkender sería el nuevo jefe del IRS, una decisión vista como una victoria para Bessent. “Scott ganó esa ronda”, dijo una fuente cercana, quien también advirtió: “No querría a alguien como Musk de enemigo”.
La Casa Blanca no negó el incidente. Su portavoz, Karoline Leavitt, minimizó el tema: “A veces hay desacuerdos entre el personal, pero eso es parte del debate saludable”.
Por su parte, Elon Musk anunció que se alejará progresivamente de su rol asesor en el gobierno. “A partir de mayo, mi tiempo dedicado a DOGE disminuirá significativamente”, dijo en una conferencia de Tesla.
Trump aseguró que ya esperaba esa decisión. “En algún momento tendremos que dejarlo ir”, comentó, aunque destacó la labor de Musk en DOGE, afirmando que ha hecho ahorrar “mucho dinero” al país.