En un nuevo episodio que evidencia su intolerancia a la crítica, el alcalde de Piedras Negras, Jacobo Rodríguez, protagonizó un lamentable momento durante la conferencia matutina de este jueves, al dirigir comentarios despectivos y en tono agresivo contra la periodista Norma Ramírez, quien se mantuvo en todo momento respetuosa y profesional.
Norma Ramírez, con casi 30 años de trayectoria periodística, cuestionó al edil sobre temas de interés público como el pago de horas extras en la Feria del Norte 2025 y las tensiones dentro del gobierno municipal, derivadas de una carta abierta publicada por el síndico Guillermo Sánchez. Las preguntas, formuladas de manera clara y respetuosa, provocaron una reacción desmedida por parte del alcalde.
Desde un principio, Jacobo Rodríguez mostró una actitud confrontativa con la periodista, que ya se había manifestado un día antes al terminar la conferencia con un comentario retador dirigido a Ramírez. Este jueves, tras ser cuestionado sobre temas administrativos y políticos relevantes, el alcalde evitó responder directamente, interrumpió a la reportera en varias ocasiones y desvió la atención hacia cuestionamientos personales.
“No me aportas nada por el tema de las techumbres, tú vienes aquí a hacer grilla”, dijo Rodríguez visiblemente molesto, acusando a la periodista de tener intenciones políticas, en lugar de limitarse a responder a los cuestionamientos ciudadanos. Incluso llegó a preguntarle: “¿Qué ganas tú con hacerme una pregunta para ponerme en pique con la presidenta, con la gobernadora de Baja California, con el diputado, con el síndico?”.
Ramírez respondió: “Yo soy periodista, simplemente le pregunto”, recordándole al alcalde que su función es informar y preguntar. A pesar de su tono siempre respetuoso y el uso constante del “usted” para dirigirse al funcionario, el alcalde insistió en tutearla y en descalificar su labor profesional.
En un momento de la conferencia, el alcalde intentó desmentir a la periodista llamándola mentirosa por señalar fallas en el alumbrado público y baches en diversas calles de la ciudad. Sin embargo, el propio director de Obras Públicas, Gibrán González, admitió que, en efecto, existen fallas en luminarias y pavimentación.
La actitud del alcalde contrastó con la mesura de la periodista, quien nunca perdió la compostura ni elevó la voz, incluso cuando fue interrumpida y agredida verbalmente. Este incidente pone en evidencia una preocupante falta de apertura al diálogo por parte del alcalde y un desprecio hacia el trabajo periodístico, pilar fundamental de la democracia.
La agresión verbal hacia Norma Ramírez no solo representa un ataque personal, sino un atentado contra la libertad de prensa y el derecho de los ciudadanos a estar informados.