El alcalde Jacobo Rodríguez reconoció públicamente que el gobierno municipal no cuenta con un plan concreto para atender el rezago en el alumbrado público y servicios básicos, derivado de la falta de personal tras el intento de despedir a los trabajadores sindicalizados de Obras Públicas.
Durante la conferencia matutina de este jueves, Rodríguez admitió que la ciudad enfrenta “un daño colateral” como resultado del litigio laboral que mantiene con empleados del sindicato. Aunque anunció que se han contratado entre 7 y 10 nuevos trabajadores y se ha solicitado apoyo del sistema de aguas Simas para tareas como el bacheo, reconoció que la situación está lejos de resolverse.
“Estamos un poquito frenados con este tema, pero poco a poco vamos a seguir avanzando”, dijo el alcalde, al pedir paciencia a la ciudadanía ante el deterioro visible de la ciudad.
Al ser cuestionado sobre si existe un diagnóstico claro de las zonas afectadas o una agenda de trabajo para resolver los problemas, Rodríguez respondió con incertidumbre: “Híjoles, pues es difícil decirte cuándo vamos a estar al 100 por ciento… no quisiera hacer un compromiso en este momento”.
El edil señaló que parte del personal despedido se había comprometido a colaborar por fuera del sindicato, incluso para ayudar con los trabajos eléctricos de la feria, pero finalmente desistieron. “Nos dejaron tirados”, dijo, al agregar que ahora duda de que puedan ser reintegrados.