Ante el anuncio de nuevas protestas en ciudades como Houston, Austin, San Antonio y Dallas, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó el despliegue de más de 5 mil elementos de la Guardia Nacional y más de 2 mil oficiales del Departamento de Seguridad Pública (DPS) en todo el estado. Esta medida busca prevenir posibles disturbios durante las manifestaciones previstas para el fin de semana, organizadas en rechazo a las redadas migratorias impulsadas por la administración del presidente Donald Trump.
El despliegue responde a solicitudes de autoridades locales como la policía de San Antonio, en previsión de actos masivos como la protesta nacional conocida como “No Kings Day”. Abbott fue enfático al advertir que cualquier acto de violencia o daño a la propiedad será motivo de arresto inmediato.
A través de un mensaje en la red social X, el gobernador texano sostuvo: “Texas no tolerará la anarquía que hemos visto en Los Ángeles”. También subrayó su apoyo a las manifestaciones pacíficas, pero insistió en la necesidad de garantizar el orden y la seguridad pública.
Por su parte, el presidente Trump celebró en su red Truth Social el actuar de las fuerzas de seguridad en Los Ángeles, asegurando que gracias al despliegue de la Guardia Nacional y apoyo de los Marines, la ciudad evitó convertirse en una “escena del crimen”.
Las movilizaciones, mayoritariamente pacíficas, surgieron tras una intensificación de las redadas en centros de trabajo, lo que ha generado indignación entre activistas y comunidades migrantes. Sin embargo, en algunos casos se han reportado enfrentamientos con la policía y actos vandálicos, como la quema de taxis.
El ambiente en Texas se mantiene tenso ante la inminencia de las protestas, mientras las autoridades aseguran estar listas para responder con firmeza ante cualquier intento de desestabilización.